La agricultura tradicional china, históricamente asociada a bueyes y trabajo manual, está viviendo una transformación tecnológica sin precedentes. En la granja Diantian, en la zona rural de Shanghái, más de 70 ingenieros han desarrollado más de 60 tipos de robots agrícolas capaces de realizar tareas que van desde la siembra hasta la cosecha.
Estos robots, equipados con pies de oruga para desplazarse en terrenos variados y sistemas de inteligencia artificial para planificar sus movimientos, pueden ser activados fácilmente a través de una aplicación móvil. «Crecí en el campo y sé lo agotador que puede ser el trabajo agrícola», comenta Wang Jinyue, director de la cooperativa agrícola Diantian.
Gracias a tecnologías como el 5G, el reconocimiento de imágenes y el análisis de big data, los robots pueden identificar rápidamente las distancias a los cultivos y realizar cosechas en segundos. Incluso los robots de deshierbe son capaces de distinguir entre plantas y malezas con precisión quirúrgica, operando durante ocho horas con solo una hora de carga.
Estos avances se apoyan en el Sistema de Navegación por Satélite BeiDou de China, integrado en más de 100,000 unidades de maquinaria agrícola automatizada en todo el país.
La modernización no se limita a Shanghái. En Hanzhong, provincia de Shaanxi, un sistema automatizado cultiva verduras de hoja verde en 13 hectáreas utilizando apenas cinco trabajadores.
El impulso a la tecnología agrícola es parte de la estrategia nacional para revitalizar las zonas rurales, como destaca el «Documento Central No. 1» de 2024. Según el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales, el progreso científico y tecnológico ya contribuye en más del 62% al desarrollo agrícola, y la mecanización de cultivos alcanza el 73%.
Más información: China Daily.
