La teoría del “internet muerto” ya no parece una rareza conspirativa, sino una tendencia confirmada por números y fenómenos culturales inquietantes. Según especialistas, en menos de tres años la red podría estar dominada casi por completo por bots y contenido generado por inteligencia artificial, relegando las voces humanas a un rincón cada vez más pequeño.
La idea surgió en 2021, pero cobró fuerza con el auge de los sistemas de ranking algorítmico y la irrupción de modelos como ChatGPT. Estos aceleraron la producción de textos, imágenes y videos que inundan redes sociales y sitios web, desplazando progresivamente al contenido creado por personas. La cifra es clara: casi el 50% del tráfico global en 2023 ya provenía de bots, y de continuar esa curva, la mayoría de interacciones en línea pronto dejarán de ser humanas.
Ejemplos surrealistas, como la avalancha de imágenes de “Shrimp Jesus” que circularon en 2024, revelan cómo este ecosistema automatizado puede generar fenómenos virales vacíos de sentido, diseñados solo para capturar clics y monetizar atención. Lo que para algunos fue un meme gracioso, para los expertos simbolizó una internet convertida en fábrica de espejismos.
El panorama se agrava con el llamado link rot: casi cuatro de cada diez páginas creadas en 2013 ya no existen. A ese vacío lo reemplazan granjas de bots, muchas incluso disfrazadas de portales noticiosos, que difunden propaganda y desinformación. Un reporte reciente identificó más de mil sitios operados por inteligencia artificial, algunos de ellos haciéndose pasar por medios locales rusos.
Esto no significa que la comunicación personal en línea vaya a desaparecer. Pero sí implica que navegar será cada vez más parecido a caminar en un cementerio digital donde lo vivo se confunde con lo fabricado. La promesa original de internet podría estar llegando a su ocaso, dejando tras de sí un paisaje dominado por algoritmos y simulacros.
Más información en el artículo de Darren Orf para Popular Mechanics.