Investigadores en fertilidad han desarrollado una técnica que permite a las mujeres tener hijos sin la intervención de un hombre. El método consiste en utilizar una combinación de químicos que actúan como un «esperma artificial», logrando que un óvulo humano se convierta en un embrión sin ser fecundado.
Este avance, descubierto por científicos del Instituto de Medicina Reproductiva y Genética de Los Ángeles, ha generado gran controversia. Los especialistas aseguran que la tecnología podría ayudar a mujeres cuyos esposos son infértiles y que no desean recurrir a un donante de esperma. Sin embargo, cualquier bebé nacido de este proceso sería una copia genética de su madre y exclusivamente del sexo femenino.
El hallazgo plantea un dilema ético y legal, ya que en la mayoría de países no existen normativas que regulen la creación de embriones sin esperma. Además, los críticos advierten sobre las implicaciones sociales y morales de un mundo donde la reproducción masculina podría volverse innecesaria.
Los experimentos, realizados en ratones, permitieron que los embriones se desarrollaran hasta 13 días antes de ser destruidos. Aunque aún no se ha probado en humanos, los estudios sugieren que los óvulos humanos podrían responder de manera similar.
Mientras algunos científicos consideran esta técnica un avance revolucionario para la medicina regenerativa, expertos en bioética expresan su preocupación sobre la posible deshumanización de la reproducción y los efectos emocionales en los niños nacidos mediante este proceso. La controversia está servida.
Más información en el artículo de Beezy Marsh para Daily Mail.
