La empresa australiana Cortical Labs ha presentado la CL1, la primera computadora biológica comercial del mundo. A diferencia de los chips de silicio tradicionales, CL1 utiliza neuronas humanas cultivadas en laboratorio, lo que la hace más eficiente y sostenible energéticamente.
Su funcionamiento se basa en un sistema de Inteligencia Biológica Sintética (SBI), donde las neuronas interactúan con un chip de silicio y responden a estímulos eléctricos a través de biOS, un sistema operativo diseñado para simular entornos virtuales. Las células pueden adaptarse, formar conexiones y permanecer vivas hasta por seis meses, facilitando la investigación en neurociencia.
Una de sus principales ventajas es su bajo consumo energético. Mientras que un solo centro de datos con GPUs puede consumir más de 3.7 millones de watts al año, un rack de CL1 usa entre 850 y 1,000 W, lo que lo convierte en una alternativa más sostenible.
Presentada en el Mobile World Congress 2025, CL1 no busca reemplazar computadoras tradicionales, sino servir como herramienta de investigación para el estudio de enfermedades neurodegenerativas, aprendizaje en tiempo real y procesamiento neuronal, evitando pruebas en animales y abriendo nuevas posibilidades en la ciencia y la biotecnología.
Más información: Wired