Un grupo de científicos acaba de lograr lo que parecía imposible: hacer que cinco personas vean un color que nunca antes había sido registrado por la percepción humana. Lo han bautizado como “olo”, y quienes lo han visto lo describen como un azul verdoso de una saturación “inédita”. El hallazgo fue publicado en Science Advances y podría tener implicancias revolucionarias en el estudio de la visión e incluso en terapias para el daltonismo.
¿Cómo lo lograron? Usando un dispositivo láser experimental llamado Oz, los investigadores estimularon de forma aislada un único tipo de célula fotosensible en el ojo —las células M, responsables de detectar longitudes de onda medias, es decir, el verde— sin activar las otras. En condiciones naturales, estas células siempre se activan junto con las otras (las que captan el rojo y el azul), por lo que nunca vemos el resultado puro de su estimulación.
El resultado fue una experiencia visual completamente nueva. El color no puede reproducirse en pantallas ni en pigmentos; solo puede verse bajo condiciones experimentales muy específicas. “Fue como ver un color que no pertenece a este mundo”, explicó Ren Ng, coautor del estudio y uno de los cinco participantes.
El hallazgo ha generado debate. Mientras algunos expertos lo consideran una hazaña técnica que abre nuevas puertas para comprender cómo funciona la visión humana y tratar condiciones como el daltonismo, otros sostienen que “olo” no es un color completamente nuevo, sino una variante extrema de verde.
Más allá del debate científico, lo que este descubrimiento revela es cuán limitada es nuestra percepción sensorial, y cuántas cosas podrían estar ahí afuera —colores, sonidos, experiencias— que simplemente no podemos ver, escuchar o entender… todavía. En tiempos donde los límites de la tecnología se expanden, incluso la realidad visible podría no ser tan completa como creemos.
Más información en el artículo de Sara Hashemi para el Smithsonian Magazine.
