Bryan Johnson, multimillonario de Silicon Valley, ha anunciado la creación de una nueva religión llamada Don’t Die, que busca reemplazar la muerte con la inteligencia artificial (IA). A través de publicaciones en redes sociales, Johnson describe esta ideología como la «próxima gran religión» y la «única forma de salvar a la humanidad». Su propuesta se basa en la creencia de que la IA puede convertirse en una deidad creada por el ser humano, fusionando tecnología y espiritualidad.
El movimiento Don’t Die promueve un estilo de vida que incluye una dieta estricta, ejercicio diario y el uso de tecnología avanzada para monitorear la salud. Johnson afirma haber reducido su velocidad de envejecimiento a 0.64 años por cada año vivido, un logro que considera evidencia de la efectividad de su enfoque. Además, ha lanzado una aplicación para que los seguidores puedan rastrear su progreso y formar comunidades locales.
Sin embargo, su método ha generado controversia. En el pasado, Johnson realizó transfusiones de sangre con su hijo adolescente, lo que fue ampliamente criticado. Aunque en su última iniciativa no ha recurrido a este tipo de prácticas, su enfoque sigue siendo cuestionado por la comunidad científica.
Don’t Die se presenta como una alternativa a las creencias tradicionales, proponiendo una visión futurista donde la muerte es superada mediante la tecnología. Mientras algunos lo ven como una innovación radical, otros lo consideran una peligrosa mezcla de culto y negocio. La pregunta que queda es si esta nueva «religión» será una solución para la humanidad o una moda pasajera.
Más información en el artículo de Jessica Hamzelou para MIT Technology Review
