En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la neuroprotección de datos emerge como un tema crítico en la defensa de la privacidad y la autonomía de las personas. Mario Anselmo Gómez Sánchez, experto en derecho de las tecnologías de la información, advierte sobre la urgencia de regular la recolección y explotación de información relacionada con la actividad cerebral, ya que su uso indebido podría poner en riesgo el libre albedrío y la intimidad individual.
La información neuronal, obtenida a través de interacciones en motores de búsqueda, redes sociales y aplicaciones, es utilizada para personalizar servicios, pero también puede ser aprovechada para manipular decisiones. Esta práctica, denominada neurovigilancia, representa una amenaza real si no se establecen marcos normativos adecuados.
En el marco del Día Internacional de Protección de Datos Personales, el especialista subrayó la necesidad de que los marcos jurídicos incluyan la neuroprotección como un derecho fundamental. Los llamados neuroderechos buscan resguardar la privacidad mental, la identidad personal, el libre albedrío, el acceso equitativo a mejoras neurotecnológicas y la protección contra la manipulación cognitiva.
Países de América Latina, como México y otros en Centroamérica, carecen de regulaciones específicas, convirtiéndose en «granjas de información» para grandes empresas digitales. Plataformas como Facebook, Instagram y TikTok aprovechan la información recolectada para influir en decisiones comerciales, políticas y sociales, lo que refuerza la necesidad de establecer medidas de protección legal.
Ante este panorama, el desarrollo de una legislación específica sobre neuroprotección de datos se vuelve esencial para salvaguardar la libertad de pensamiento y la autonomía en la era digital. La discusión sobre estos derechos es clave para garantizar un futuro donde la tecnología respete la dignidad y privacidad humana.
.
Más información: Diario de Xalapa